19 de febrero de 2009

No hace falta mas

Hace apenas unas horas escribía mi ultima entrada. Ahora me encuentro en casa, frente a mi ordenador, por que no podía esperar para escribir lo que siento.
Llegaba a casa muerta de hambre pensando que cenar y que hacer mañana. Dos vecinas hablan en el portal. De mi boca simplemente un tímido susurro en forma de hola. Como de costumbre abro el buzón, convencida de que allí solo estarían las cartas que llevan días esperando ser recogidas por la casera. Me equivocaba. Lo que veían mis ojos no podía ser “La Carta”. Sé por donde está y sé que aún no me toca. Sorprendida mi mano la ha sacado y entonces lo he visto. No hacia falta mirar el remitente. Cuando conoces tanto a una persona, puedes distinguir su letra a cientos de kilómetros. Mientras mis pies se dirigen instintivamente al ascensor, el corazón se acelera. De nuevo una vecina. Esta vez un fuerte ¡HOLA! se escapa entre una sonrisa de oreja a oreja y una lagrima que asoma a mis ojos ¿La abro? ¿Me espero a llegar arriba? Si, será lo mejor. Pero la mano que sostiene las llaves no aguanta y poco a poco una de ellas se va deslizando cual abrecartas. Séptimo piso. Primero una cerradura. Luego la otra. La libreta y el bolso caen milagrosamente sobre la cama. No estaba apuntando. Me siento y termino de abrir el sobre con el abrigo y la bufanda aun puestos y las manos medio temblorosas.
Tan solo un folio por una cara. No hace falta más.
Alegría. Emoción. Sonrisas. Unas pocas lágrimas.
Y giro la hoja para doblarla.
No lo había visto. Una frase, en grande, a color. Una frase dicha en un momento de prisas en el que unos espaguetis se pegaban a la cazuela. Una frase que ha cobrado un significado mucho mayor del que ya posee.
Ahora ya no veo. Un torrente de lágrimas lo impide.
Respiro. Me calmo. La vuelvo a leer entre sollozos y sin poder parar de sonreír. Aun temblando busco el blutack en la estantería. Como puedo hago cuatro bolitas y lo cuelgo en el armario, frente a mi cama, en el cuadro de honor.
Felicidad absoluta.
¿Y tu me das las gracias?

YO TAMBIEN TE QUIERO COMO A UN PRIMO HERMANO

1 comentario:

  1. ui, con los secretitos, unos reciben paquetes, otros cartas... que emocionante, al final m hareis llorar.

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Yo ya te conté mis locuras, ahora cuentame tú las tuyas.