25 de marzo de 2010

El cementerio indio

Lo más atractivo de la desgracia es que siempre inventa algo nuevo.
-Jean Giraudoux-

"He leido en todos los libros sobre cine que todo lo que pueda salir mal durante un rodaje, saldrá mal". Esas eran las palabras de mi primo al irse a luz tras unas pocas de rodaje y el pobre aún no sabía lo que se le venia encima. Pero creo que lo mejor de todo es que os ponga en situación. Mi primo adora rodar, no como una pelota sino como Amenabar, y hacer montajes, no sobre la prensa del corazón sino sobre temas interesantes grabados por él. Es un hombre (jo que raro llamarlo así) pegado a una camara de video y yo, pensando en sus horas muertas al volver de Perú, le informé de la existencia de un curso de cortos. Y así es como acabamos el finde pasado varios amigos rodando en nuestra masia bajo las ordenes de Juan.

Tal vez penseis que no eramos mas que un puñao de aficionados y posiblemente no os equivoqueis, pero eso si, eramos puñao de aficionados que se habian reunido anteriormente para repartirse tareas y que habian conseguido hacerse con un buen equipo (3 camaras, microfono, jirafa pal micro, varios focos y railes pa rodar en movimiento). Contabamos con director, ayudante de dirección, ayudante de ayudante de dirección (y a su vez figurante), guionistas, camara, encargados de la iluminación, técnico de sonido (usease sotenedor de micro), encargada de atrezzo (esa soy yo y no veais lo que me costó encontrar cosas que sirviesen pa la epoca de la catapum, porque el corto trataba sobre una historia de amor entre dos persoanjes de clases sociales opuestas y ambientado en el campo de principios del siglo XX), actores y un servicio de catering encargado de cebarnos cual patos cuyo higado quiere emplearse como fua.

Como novatos que eramos no os negaré que los comienzos fueron muy lentos, pero ahi estabamos todos con una ilusion tremenda poniendo todo de nuestra parte, adoptando roles que no eran los nuestros cuando era necesario y fotografiando a diestro y siniestro para el makking off cual grupo de chinos sueltos por el Museo del Prado. Pero mi hermana y yo ya habiamos sufrido hace años la desgracia de tener que realizar trabajos forzados en mi masia moviendo muebles de un lado a otro por medio del monte mientras nuestra abuela decidia, una vez colocados, que esos no eran los muebles mas apropiados, haciendonos devolverlos a inframundo, o ultimo sotado de al masia, para hacernos elegir de nuevo otros, a la vez que un desguace pretendia despues de 7 u 8 años venir a llevarse un coche que nos estaba dificultando la extraccion de mobiliario. Obviamente el coche vinieron a sacarlo justo despues de que acabasemos con el servicio de mudanzas pero no antes de que mi abuelo nos hiciese empujarlo con él dentro para sacarlo del garaje. Dicho episodio de nuestra vida llevó a mi hermana, tras contrale todo los sucedido, a afirmar sin lugar a dudas que bajo nuestra masia existía un cementerio indio. Y que quereis que os diga, yo apoyo la hipotesis a pesar de que mis estudios en historia y arqueologia  demuestran que jamás hubieron indios en Europa, pero si nos creimos el final de los Serranos según el cual todo habia sido tan solo un sueño de Antonio Resines, no debemos dudar que una tribu india decidió cruzar siglos atras el atlántico para instalarse por estas tierras y colocar su cementerio en las propiedades que luego pertenecieron a mi familia. Y si no me creeis os aporto las pruebas a continuación.

El primer aviso por parte de las almas de los pieles rojas sobre su incorfomidad con el guión llegó como os he comentado por un apagón de luz. Por suerte era por la mañana, asi que llegar hasta los plomos y comprobar como por mucho que los encendiesemos volvían a saltar no fue dificil. Tras varios intentos fallidos de restablecer la luz, Juan tuvo una inspiración consistente en coger aire y expulsarlo despues, tras lo cual pensó que tal vez bajando todos los plomos y encendiéndolos uno a uno consiguiesemos algo y así fue como de nuevo se hizo la luz. El rodaje continuo durante todo el día con  numerosos imprevistos como errores de guión, problemas con la iluminación, traslado de muebles que de pronto estorbaban... Y llegó la noche, y con ella la oscuridad y el inicio del rodaje en exteriores. Visualizad la escena: 22.30h, los pobres actores, uno de los cuales habia perdido sus gafas, congeladitos comiendo agua caliente con colorante, los focos colocados en medio del pinar dando la sensación de que un ovni hubiese aterrizado alli, el técnico de sonido a punto de caersele los brazos despues de más de  ocho horas aguantando la jirafa, la ayudante de direccion escribiendo en dos folios a la vez sobre un parchis, el servicio de catering friendo longanizas a diestro y siniestro en unas sartenes que se pegaban y con unos fuegos que no iban, mi hermana y yo transformando un pegote de cemento de una pared en una preciosa ventana con cortinas y entonces, cuando ya casi todo estaba acabado y empezabamos a recoger se desploma un foco, se funde y.....OSCURIDAD. La luz se habia ido de nuevo pero esta vez no es que hubiesen saltado los plomos sino que se habia roto uno de los cables de algun diferencial o algo así. La siguiente escena, aunque no grabada sino real, fue Juan alumbrandose con una vela coguiendo cables de no se donde y pelandolos para sustituir los quemados, los cocineros friendo mas longanizas alumbrandose de un minicandelabro y yo sosteniendo una linterna suopermegaantigua de vela empleada en el atrezzo para bajar al pinal a traves de una niebla densa densa en la que se me iban apareciendo los fantasmas de la pelicula de "Los Otros" y alumbrar al resto del equipo que se habian quedado quietos cual estatuas de sal biblicas en medio de cables, cámaras, focos y atrezzo frágil. Obviamente entre tanto caos tenia que ocurrir una desgracia, asi que una de las camaras de video prestadas por la universidad decidió suicidarse silla pa abajo y romperse para darle mas emocion a todo. ¡Y vaya si lo consiguió! A parte del disgusto y de casi cortarnos las venas hizo que fuesemos conscientes de que tal vez el guión con el que estabamos trabajando era demasiado complicado, especialmente al visualizar las escenas en la tv por la noche y descubrir como el micro no funcionaba bien, por lo que la mitad de los grabado habia salido como cine mudo, y como la luz que nos mostraba la camara al grabar no era la que luego salia en la tv, por lo que parte de los efectos especiales usados no nos habian servido para nada. Por suerte somos un gran equipo y en medio del pánico, a las 2 a.m., solucionamos la situación reescribiendo un guión completamente nuevo que se adaptase a las circunstancias. Las almas de los indios que ya estaba descojonandose en sus tumbas decidieron darle una vuelta de tuerca mas a todo y cuando sin apenas dormir nos levantamos para prepararlo todo para cuando llegasen los actores, Juan nos dio los buenos dias con un "si os lo cuento no me creeis". Y ahi me veis en pijama, tras dormir 4h, envolviendome en un saco de dormir y saliendo con la camara de fotos en la mano a fotografiar lo que me parecia increible mientras me moría de risa.
-¿Es para la tv?- me preguntó el conductor de la excavadora.
- No señor- respondí- es que llevo 27 años viniendo a esta masía y es la primera vez que veo que asfaltan el camino que pasa por la puerta ¡ y justo el dia en el que hemos de hacer cosas!

Por cierto.... ¿Sabeis que entre excavadora y camión de tierra se nos fue el agua en la zona de la cocina y tras fregar la mitad de lo de 12 personas en el lavabo acabamos entrando desde fuera una manguera que nos hiciese de grifo los siguientes dos dias? Estos indios y su rebuscado sentido del humor.....Por suerte, y gracias a muchos cafes y locura, conseguimos acabar el rodaje recreandonos incluso en algunos efectos especiales improvisados sobre la marcha. ¿Que de que va la historia al final? Creo que ni el propio director lo sabe. Tal vez cuando lo monte, lo averigue.