14 de septiembre de 2010

Es lo que tiene el calorcito


"La salud no esta en el plato, sino en el zapato"
-Anónimo-

Ya van dos días que me pasa lo mismo. Es lo que tiene el calorcito: una se acostumbra a ir por casa descalza, olvidando los zapatos en cualquier rincón, para poder sentir el gusto del suelo fresco en la planta de los pies. Y así te levantas de la silla en las que llevas horas aplanando tu culo frente a la pantalla del ordenador pensando que es un buen momento para arreglarse y pasar por la ducha para quitarte de encima el agobio del trabajo.

Sin esperar un segundo mas, te diriges hacia el baño, preparas la toalla (en verano el albornoz da muchísimo calor), pones la radio “yo no quiero que me des tu amor…”, abres el grifo “…no quiero robarte el corazón…” y disfrutas de cada una de las gotas de agua que recorren tu piel mientras cantas bajo la ducha la melodía que suena de fondo “Cuando brille el sol te recordaré…”.

Y entonces sales “Llega el momento…”, te envuelves con la toalla “…caen la murallas”, te secas un poco y…¡Mierda! ¿Y mis zapatos? “…va a comenzar la única justa de las batallas” Muy bien bonita, muy inteligente por tu parte ¿y ahora qué? ¿te ensucias otra vez de vuelta a la habitación mientras dejas el suelo lleno de huellas para que tu madre se emocione nada mas volver de trabajar recordando el día en que te trajo al mundo? “no duele el golpe…” Mejor no. Mejor probar un método alternativo “…no existe el miedo…” Si ya está: usaré la alfombra pequeña que hay a los pies de la ducha para caminar deslizándome con ella sobre el suelo sin mancharlo. Poco a poco… “ahora vamos por todo…” arrastro un pie hacia delante girando una cadera “te acompaña la suerte…”, ahora lo mismo con el otro pie… ¡si! ¡creo que ya lo tengo! Estoy avanzando…una cadera, otra cadera, cadera, cadera cadera “waka…” cadera “…waka…” cadera “…eh, eh” ¡eh!¡que me mato!¡que esta alfombra resbala demasiadoooooooooo! “tsamina mina zangalewa” Queo que me he mozdido la dzengua.

Ya van dos días que me pasa lo mismo. Es lo que tiene el calorcito: una se acostumbra a ir por casa descalza, olvidando los zapatos en cualquier rincón, para poder sentir el gusto del suelo fresco ¡en el culo! Y así te levantas del suelo del pasillo en el que llevas rato pensando que era mejor recibir una colleja de tu madre que parecer una torpe imitadora de Shakira sobre una tabla de snow.