21 de septiembre de 2014

Hello from London

"No hay nada más exquisito que esperar una aventura, y nada que serene tanto como vivirla."
-Leon Uris-

 "Hello from London", ese era el título del mail que me reenvió mi tía y que acabó provocando que metiese mi vida en cajas, cogiese dos maletas y me mudase a vivir a otro país para trabajar como au pair. Así que aquí estoy, retransmitiendo desde mi nueva habitación en Mill Hill (London).

Desde mi llegada no puedo mas que tener palabras de agradecimiento para la familia que me ha acogido porque lo cierto es que todos ellos son estupendos: Therese es muy dulce y siempre tiene una sonrisa en la cara para regalar a sus hijos y al resto del mundo; Damon es un manitas que ameniza las horas poniendo muy buena musica de fondo; Elsa se ha convertido en mi compi especial de juegos y en mi mejor profesora de inglés; y Albee juega saltando encima de la gente y se lava sus manitas en la bañera porque no llega al lavabo.
La primera semana fue de toma de contacto: de conocer el barrio; de descubrir que aquí tienen la ampliación para ciudad del juego "vaca"; de hacerme un laaaargo listado de alimentos que no le gustan a Albee (me recuerda a mi de pequeña); de comer comida picante y mear cada dos por tres tooodas las tazas de te que tomo al día; de estar desencalando la pelota de badminton del sauce del jardín; y llegado el sábado....¡de descubrir Londres!

Empecé, como no podía ser de otra manera para los que me conocéis, por el British Museum y continué caminando y caminado y caminando y caminando y caminando por el Soho, Chinatown y Covent Garden. Por suerte, para no perderse por la ciudad hay un sinfín de carteles que te indican donde estás y que hay a tu alrededor a 15 minutos en pie. Lo que ocurre es que cada vez que encuentras uno de ellos te llega la automotivación y piensas "¡uy! pero si esto está solo a 5 minutos...¡y esto a 10! Y a la que te das cuenta has llegado hasta el quinto pino, girado a la derecha, atravesado el lugar donde el diablo perdió el poncho y a lo lejos casi que puedes divisar el ojo de Sauron en Mordor y es entonces y solo entonces cuando piensas "ups....tengo que desandar tooooodo esto para llegar de nuevo al tren de vuelta a casa".
Pero claro, hay señales imposibles de ignorar y que te permiten ver a una china sentada en un taburete junto a la ventana de su restaurante haciendo a mano empanadillas o a un esqueleto bailando cual Michael Jackson.

Y esta segunda semana ha sido la semana de empezar a trabajar yo solita con los críos sin que no haya padres en casa, de conocer gente y de descubrir el apasionante mundo de los medios de trasporte en Londres.

Lo primero fue fácil y divertido, destacando como los mejores momentos los de las interminables cenas, debido a la lentitud de Albee, donde están triunfando mis cuentos inventados (que gran influencia fue la tía Loca para estos asuntos). En cuanto al resto todo comenzó cuando la vecina de arriba, que llego una semana antes que yo, me comentó que la próxima vez que fuese a Londres la avisase ya que ella nunca había estado y le daba cosilla ir sola. Así que ahí me veis plano de metro y de bus en mano y llegando a todas partes a la primera mientras la vecina preguntaba "¿pero estas segura?". A cambio de mis servicios como guia ella me deleito con un sabroso pack lunch que devoramos frente al Buckingham Palace. Y viendo el éxito de mi GPS interno ayer, tras celebrar bien tempranito el 4º cumpleaños de Albee, opté por ir a descubrir el Museo de Historia Natural y el Victoria& Alberts usando exclusivamente el autobús. Debo decir que ello me supuso mas de 1.30h de trayecto en el que casi me quedo dormida  pero valió la pena solo por atravesar el barrio de Notting Hill (¡¡es tan cucooooo!!!). Por último, hoy he quedado con otros amigos para aprovechar de día de puertas abiertas de de algunos edificios y, dada las largas colas, solamente hemos podido ir a un tour por el Banco Nacional. Debo decir que ha sido bastante interesante y curioso pero a pesar de haber tenido un lingote de oro en mis manos no he podido robarlo...tal vez a la próxima, ¡quien sabe! Y para rematar el día, un paseillo por el barrio y al volver a casa me he deleitado con una deliciosa barbacoa que Albee y Damon estaban preparando. Para seros sincera no se si ha sido la comida o la cena porque eran las 17h pero yo llevaba levantada desde las 7a.m. y en medio solo había tomado un ligero almuerzo así que....veremos que decide mi estomago de aquí a unas horas pero por el momento ¡me ha sabido a gloria y me ha sentdao de categoría!