7 de diciembre de 2009

En el lugar de los sueños y las hadas


"El que no cree en la magia nunca la encontrará."
-Roald Dahl-

Hacia poco que habia anochecido. María y Belén paseaban alegremente por su ciudad descubriendo rincones con encanto donde poder vivir en un futuro no muy lejano. Soñaban con los ojos abiertos decidiendo que casa parecía tener más magia: la de las macetas con flores en el exterior, la de la fachada verde, la de la puerta bonita... De repente ocurrió lo inesperado. Una puerta de una casa vecina a la que ellas admiraban se abrió lentamente, saliendo un Fauno  de largas piernas, gran nariz, piel morena, pelo revoltoso y cuernos de cabra. Ataviado con un traje de arlequin y una enorme capa que envolvia su estilizado cuerpo para no dejar pasar el frio,  sostenia en su mano lo que parecía ser un gran báculo mágico
Ellas, con lo ojos como platos, no podian dejar de observarlo.
Él simplemente les sonrió dejando escapar un amable "Hola".
Entonces ellas tambien sonrieron y Belén, sincera como simpre, le respondió "Eres lo último que espera ver".
Por unos segundos el silencio y la normalidad regresaron a ellos volviendo la vista cada uno hacia donde miraban antes del encuentro.
Pero la magia no estaba dispuesta a abandonar tan fugazmente a nuestras amigas, asi que el Fauno Arlequin, volviendose hacia ellas, les dijo "Perdonad ¿Podrias ayudarme?"
Perplejas, pero sin desaprovechar la ocasion de formar parte de un cuento, ambas se acercaron hasta la casa tan peculiar personaje. Hasta entonces no se habian percatado de lo dificil que debia resultar para un ser de casi dos metros y medio vivir en un lugar cuya puerta no debia alcanzar el metro noventa. Si estiraba los brazos casi que podia tocar el pintoresco balcon decorado con pinturas de plantas y pajarillos.
"Vereis, he perdido un dedo en la entrada de la casa y soy demasiado grande y torpe como para poder agacharme a buscarlo.¿Podrias hacerlo vosotras?"
Dudaron. Desde pequeñas le habian enseñado que no se debe hablar con desconocidos y ambas recordaban muy bien lo sucedido a Caperucita Roja.
Belén pensó "Si María espera fuera, no corro peligro de que me encierre"
Maria al mismo tiempo pensó "Si intenta algo malo no llegará muy lejos. Vale que el tenga una zancada muy larga, pero yo puedo correr más rapido".
Asi que nuestras intrepidas amigas se aventurarnos a lo desconocido. Mientras Maria vigilaba la puerta, Belén se adentraba en un oscuro y angosto pasillo al final del cual unas escaleras parecian ascender hacia otro maravilloso mundo. Por mas que mirase, Belen no encontraba el dedo.
"Entra sin miedo. No te preocupes"
Belen se adentró un poco más. Movió la escoba y la maleta. Miro alrededor del baúl y bajo unas cajas. Pero nada.
"Mira bajo el carrito de la compra" sugirió Arlequin. "Estaba cerca de el cuando se me ha caído".
Belén se agachó.
Observó en la oscuridad.
Introdujo su mano bajo el carritó y tras tantear... "¡¡Aqui esta!! ¡¡Lo encontré!!"
Los tres sonreian mientras ellá le devolvia su dedo y el se lo colocaba sin dejar de darles las gracias. Entonces Arlequin añadió "Oye...ya que estamos¿Podiras hacerme un ultimo favor? Es que se me ha olvidado una cosa ahi dentro.¿Ves ese baúl? En su interior hay unas alforjas de cuero ¿Podrias sacar una bola de cristal de uno de sus bolsillos?"
Belén buscó y rebuscó hasta encontra el brillante objeto y entregárselo a su dueño.
"Muchisimas gracias", repitió de nuevo Arlequin. "No se que hubiese hecho. Mi compañera me ha fallado y yo solo no podía. Muchisimas gracias"
Nuestros tres amigos se depidieron, continuando cada uno con su camino. Pero las dos muchachas no pudieron aguantar su curiosidad, asi que tras haber recorrido tan solo una calle volvieron sobre sus pasos otras tantas hasta localizar de nuevo a Arlequin.
Y lo encontraron.
Rodeados de alegres niños, iba regalando su magia a todos cuantos encontraba prometiendo estar siempre unidos a ellos en el lugar de los sueños y las hadas.
Y ellas sonrieron complices de toda esa felicidad regalada.

[ Basada en hechos reales]

4 de diciembre de 2009

Un nuevo rumbo

"Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto."
Viendo ultimamente como funciona la política y la justicia en España, he decidido darle un nuevo rumbo a mi vida.
Voy a hacerme ministra. Eso si, ire todos los dias a currar borracha y quien sabe, a lo mejor hasta me planteo drogarme un poquito. Y evidentemente aprovechare mi cargo para hacer algunos cuantos favorcillos a los amiguetes y no amiguetes a cambio de unos cuantos varios miles (o millones, que tampoco hay que ser excesivamente humildes) de euros y algun que otro favorcillo y regalillo.
No os engañaré. No tengo planeado hacer un gran trabajo ni permanecer en el cargo mucho tiempo. Un año como máximo para asi tener tiempo de conseguir unos ahorrillos a la vez de que se den cuenta de mis chanchullos  y asi me retiren del cargo.
De ese modo, cuando la justicia venga a por mi tendré unas cuantas personas, a las que yo habria ayudado anteriormente entre las cuales habrian abogados, fiscales y jueces, dispuestas a defenderme a capa y espada. Si aun así tuviese que enfrentarme a un juicio por mis presuntos delitos, podría ir tranquila y alegar que estaba borracha  (incluso drogada) en el momento en el que sucedieron los hechos, con lo cual yo no sería plenamente consciente de mis actos y por tanto seria un atenuante que, junto al hecho de ser mi primer delito, me evitaría pasar por la cárcel.
Y bueno, el dinero misteriosamente jamas aparecería, mas que nada porque ¿como iba a saber yo donde lo he guardado si yo no estaba en plenas facultades y ademas no habia hecho nada malo? Al fin y al cabo no me iba a hacer ninguna falta, pues al haber sido ministra, trabaje o no trabaje en adelante ¡¡Ya tendria un sueldo de por vida!!