5 de mayo de 2009

DE UNA GARRAPATA INTERGALÁCTICA A UN PEDORRO

“Ella le contaba cuentos. Él le enseñó a volar”

Por ti y solo por ti, esta vez seré breve.
Ayer se casó.
Ayer hablamos por teléfono.
Y conspiramos.
Y el universo lleno de estrellas no pudo seguirnos el ritmo e implosionó.

Yo pensaba que mi compi de piso, licenciado y capaz de vaticinar la futura plaga de langostas que asolará la semana que viene Méjico tras la gripe porcina y el terremoto de anoche, sería lo suficientemente inteligente como para apagar el fuego mientras yo reía hablando contigo.
Me equivoque.
Todavía discutíamos sobre el psicólogo que tendrás que pagarme cuando él me preguntó.
Ayer el fuego siguió las reglas de la física y la química y evaporó el caldo.
Ayer no cené sopa de estrellas.
Ayer un bola de estrellas cayeron en el agujero negro de mi estomago.

Por favor, si vienes por estas tierras tráete un brick de caldo o entre nuestras conspiraciones y la velocidad de reacción de mi compi no conseguiremos cenar ;)
Aquí te espero.