6 de noviembre de 2014

Dos ovejas en Dublin

"Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos."
 -Fernando Pessoa-

Érase una vez dos amigos.
Érase una vez dos amigos que se fueron a vivir a Dublin y Londres.
Érase una vez dos amigos que se fueron a vivir a Dublin y Londres y a los cuales les regalaron una oveja de peluche a cada uno.
Érase una vez un frio y lluvioso mes de octubre de Dublin.
Érase una vez dos ovejas en Dublín.
Érase una vez dos ovejas en el Spire, en el Trinity College, en la estatua de Molly Malone, en el ayuntamiento de Dublin, en su castillo, en la Chester Beatty Library, en el Temple Bar cenando a las 5 con música en directo, en un pub la noche de micro abierto.

Érase una vez dos amigos en Howth atravesando bosques, viendo castillos, contando historias de piratas, de amores imposibles en dolmenes, de puertas mágicas entre árboles, comiendo junto a un calido fuego, paseando por acantilados en los que los faros se ocultan tras una espesa niebla, viendo peliculas antiguas compartiendo una mantita.


Érase una vez dos amigos paseando por el Phoenix Park persiguiendo ciervos, buscando dos catedrales, repartiendo caramelos a niños disfrazados la noche de Halloween, caminado bajo la lluvia hasta un pasaje del terror, viendo fuegos artificiales lanzados desde una edificios del que salen llamaradas, caminando en una gélida noche en busca de comida, tomando unas birras en un pub lleno de gente disfrazada y con una improvisación del fantasma de la ópera.


Érase una vez cuatro días inolvidables.
Érase una vez Miguel y Belén.










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